La escultura románica esta supeditada a la arquitectura, teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir. Las figuras se pliegan y se tuercen según el espacio que tienen que ocupar.
La escultura refleja la concepción del mundo de la Alta Edad Media dominada por la religión, su función no es meramente decorativa, sino que tiene una fuerte función didáctica ya que pretende difundir el programa ideológico cristiano entre una población casi analfabeta, por lo que aparecen representadas figuras no naturalistas y simbólicas que enseñan a los fieles el camino de la salvación buscando un fuerte impacto emocional y huyendo de desviar la atención con detalles demasiado realistas. Los temas más comunes seran el juicio final, los salvados y condenados, el pecado y el demonio y alegorías a los vicios y virtudes.
Hay ausencia de perspectiva y se pierde la noción de la proporción de las figuras, que es sustituida por relaciones jerárquicas, si se quiere dar mas importancia a una determinada figura simplemente se representa más grande que las demás.
Otra característica de la escultura románica es la falta de volumen, las composiciones son planas y simétricas, con un claro predominio de la frontalidad, no existiendo comunicación entre las imágenes.
Las figuras son rígidas, hieráticas, se representan solemnes y alargadas para acentuar su carácter espiritual, y predomina una ausencia general de movimiento.
Otra característica de la escultura románica es la falta de volumen, las composiciones son planas y simétricas, con un claro predominio de la frontalidad, no existiendo comunicación entre las imágenes.
Las figuras son rígidas, hieráticas, se representan solemnes y alargadas para acentuar su carácter espiritual, y predomina una ausencia general de movimiento.
La escultura románica se desarrolla principalmente en:
Los capiteles de las iglesias y sobre todo de los claustros, donde se representan relieves con animales monstruosos, aves entrelazadas y motivos vegetales o escenas bíblicas.
Los capiteles de las iglesias y sobre todo de los claustros, donde se representan relieves con animales monstruosos, aves entrelazadas y motivos vegetales o escenas bíblicas.
Los pórticos de las iglesias son la parte más escultórica.
En el tímpano suele representarse el Pantocrator o Cristo en Majestad rodeado de los cuatro evangelistas (el tetramorfos), el Juicio Final, la Virgen, la Crucifixión o el Crismón que representa la Santísima Trinidad.
Sobre las columnas, donde se apoyan las arquivoltas, las jambas y el parteluz se suelen adosar estatuas de santos u otras figuras.
Las arquivoltas suelen decorarse con motivos
geométricos o figuras humanas que se adaptan al arco de la moldura.
Escultura exenta.
Además de los grandes grupos escultóricos que decoran las portadas y los capiteles, encontramos esculturas exentas de pequeñas tallas en madera policromada o marfil, donde las representaciones más características son:
- La imagen de Jesús crucificado, caracterizada por su rigidez hierática, su composición y distribución geométrica, con cuatro clavos y los pies separados, ojos muy abiertos y en actitud serena alejado de cualquier expresión de dolor o sufrimiento.
- La Virgen con el Niño, suele ser una figura sedente, coronada, en una composición rígida y sin que exista comunicación entre ambas figuras.
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