martes, 9 de marzo de 2010

La Pintura Gótica

La característica más evidente del arte gótico es un naturalismo cada vez mayor. La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, pero no cifra la perfección en la belleza de las formas exteriores sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos.
Se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico.
Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más
refinadas.
Se produjeron avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.

La pintura, esto es, la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales: pintura mural, vidrieras, pintura sobre tabla y miniaturas:

La pintura mural o frescos
Siguieron usándose como el principal medio para la narración pictórica en las paredes de las iglesias en el Sur de Europa, especialmente en Italia, como una continuación de las tradiciones cristiana y románica anteriores.
Fuera de Italia no se cultivaron mucho. Italia, apegada a la forma basilical de las iglesias, conservó mayor extensión en los muros para las pinturas y mosaicos que narrasen.



Frente a lo que ocurre en Italia, en el norte de Europa, las vidrieras fueron el soporte preferido hasta el siglo XV, dada la progresiva sustitución del muro por grandes ventanales con vitrales


El muro translúcido fue el primer espacio propio o ámbito donde se desarrollaron las artes del dibujo y del color en el Gótico.




Los manuscritos iluminados representaron la más completa documentación de la pintura gótica, En la pintura de los códices (o miniaturas) se buscaba la realidad y delicadeza en las figuras. Se llamaban miniaturas porque se realizaban con minio, u óxido de hierro, mezclado con colorantes naturales.


En el periodo románico y en el primer gótico los temas tenían carácter sacro, su composición estaba influida por criterios similares a los que regían para los los vitrales de las catedrales e iglesias del propio periodo.


En el siglo XIV, se introdujeron temas profanos y el arte de las miniaturas se trasladó a los talleres artesanos.

Los manuscritos ilustrados tuvieron una amplia difusión internacional, a través de las cortes de la nobleza europea.




La pintura propiamente dicha donde subsistió fue en los retablos, las tablas pintadas que forman los frontales o los laterales de los altares y en los muros de las capillas laterales. Puede diferenciarse, además, entre los retablos, que son tablas pintadas o esculpidas que ornamentan los altares de las iglesias, y las tablas de devoción, individuales, de menor tamaño, que adornan las iglesias y las casas particulares.

La pintura sobre tabla, generalmente retablos, se impuso por toda Europa. En el siglo XV era ya la forma pictórica predominante, suplantando incluso a las vidrieras. De tablas o frontales únicos se pasó a dípticos, tríptico, y luego complicados polípticos que combinaban numerosas piezas hasta llegar a los grandes retablos del siglo XIV, con muchas tablas que se organizan con el banco o predela (cuerpo inferior) y calles verticales, separadas por estrechas entrecalles; en la calle central se representaba el tema principal del retablo.

Se ejecutaba al temple, que usaba como aglutinante el huevo o la cola obtenida de los huesos de animales. Es novedad de la última fase del gótico el cambiar ese aglutinante por aceite, dando así lugar a la pintura al óleo. El óleo sobre lienzo no se hizo popular hasta los siglos XV y XVI y fue el punto de partida del arte renacentista.


FASES DE LA PINTURA GOTICA.


El estilo gótico lineal se desarrolla entre el siglo XIII y el XIV. Destaca la importancia que le da a las líneas del dibujo. Predomina un cromatismo vivo frente a los matices de color. Los temas, naturalistas, se tratan con sencillez

Es característico de las miniaturas de esta época el empleo de encuadramientos arquitectónicos, así como el uso abundante de oro y las orlas vegetales.

Estilo gótico-italiano.

Se fue formando a lo largo del siglo XIII (Ducento) en Italia.

Es un estilo más realista. Se sentía fascinación por la perspectiva, y por la ilusión de crear espacios que parecieran reales, con figuras menos rígidas y estilizadas, más anatómicamente correctas y que presentaran estados de ánimo en sus gestos y actitudes, mostrando gran interes por la narrativa pictórica y una gran espiritualidad.

Destacan dos escuelas:

- Escuela Florentina:
- Escuela Sienesa

Estilo internacional:

Los pintores siguen una técnica minuciosa, representando con gran detalle las anécdotas, buscando reflejar la realidad con gran naturalismo, pero sin olvidar el sentido simbólico de lo que se representa. Las figuras se estilizan, y abundan los plegados en los ropajes. Ahora, los temas, aunque religiosos, se interpretan como profanos, los santos se transforman en apuestos caballeros y distinguidas damas, que se desenvuelven en ambientes palaciegos.

Estilo flamenco:


Surge en Flandes durante el primer tercio del siglo XV, al mismo tiempo en que en Italia se encuentran ya en el Renacimiento.

Este estilo se difunde por el resto de Europa, salvo Italia, durante el resto del siglo y se caracteriza por la suntuosidad y el realismo.


Su principal innovación es la técnica de pintura al óleo, lo que permite un mayor colorido, sutileza y detallismo.


La mayor parte de las obras son encargos privados para la aristocracia o la burguesía.

Predominan los cuadros religiosos aunque, a menudo, se interpretan como sucesos cotidianos; de hecho, es común que quien encarga la obra, es decir, el "donante", aparezca en la escena como un personaje más; a partir de la presencia del donante se desarrolla un nuevo género: el retrato.

La escultura gótica

La Escultura Gótica

En el Gótico la escultura será un arte muy fecundo y en constante evolución desde el punto de vista estilístico:
- A finales del siglo XII fase de transición durante la que se aleja del hieratismo y la frontalidad del Románico.

-En el siglo XIII se pone de moda un tipo alargado, de pliegues y ornamentos muy sencillos, rostro triangular y sonrisa estereotipada.
- En la segunda mitad del XIV las figuras se alargan, se hacen mas esbeltas y se curvan finamente. Sus ropajes se pliegan en innumerables pliegues, es el denominado “estilo internacional”.
- Por último, en el siglo XV, se experimenta una reacción frente a este arte y triunfan tipos macizos y pesados, de un mayor realismo.
- Otras características:

+ Creciente naturalismo de las figuras, que se llenan de vida, pareciendo más humanas, con actitudes y gestos cada vez más realistas y expresivos, dejando traslucir sus emociones.
+ En las composiciones con varias figuras éstas se comunican entre sí.
+ Ahora es un arte narrativo, no simbolista.
+ La temática sigue siendo fundamentalmente religiosa.
+ La arquitectura no condiciona el valor plástico de la escultura.


En la escultura gotica, si bien las portadas y fachadas de las iglesias siguen siendo un lugar perfecto para el desarrollo de la creatividad escultórica, aparecen otros espacios donde poder desarrollar este arte, como en los retablos, las sillerias de los coros y los monumentos funerarios.


Las portadas y fachadas de las iglesias

En el relieve gótico también podemos apreciar las características generales de la escultura gótica y su evolución, destacando en este caso su carácter narrativo.



El tímpano, dividido en el Gótico en franjas o frisos horizontales con decoración narrativa, sigue albergando el tema principal, Cristo, la Virgen, el Juicio Final, la Crucifixión u otras escenas evangélicas o de las Sagradas Escrituras.

En las arquivoltas, también ahora apuntadas, la decoración escultórica que las adorna se sitúa ahora longitudinalmente a ellas, en lugar de hacerlo verticalmente, de forma radial al semicírculo del tímpano.

Las jambas, también se adornan con esculturas-columna adosadas de profetas, santos o apóstoles, pero ahora se colocan sobre repisas y bajo unos doseletes muy característicos decorados con tracería gótica.



El parteluz o mainel, con esculturas de la Virgen, Cristo o el Santo titular, también suele situarse bajo dosel de tracería gótica.

Los retablos

La obra más original de la escultura gótica europea son los retablos, que primero son muy pequeños, para ir creciendo a medida que avanza la Baja Edad Media, hasta alcanzar enormes dimensiones en el siglo XV.

El retablo es un armazón de madera o alabastro que se divide en franjas verticales o “calles” y franjas horizontales o “cuerpos”, formando recuadros donde se alojan estatuas exentas, relieves o pinturas con escenas referentes al santo titular del templo, la Virgen, Cristo o los Evangelios. La parte inferior o pedestal se denomina “banco” o predela.

Los retablos son interesantes por ser una nueva forma de narrar propia del Gótico, que representa plásticamente cada una de las escenas que componen el hecho narrado y las va hilvanando una tras otra hasta formar un relato, a diferencia del artista románico, que aislaba algunos elementos y los componía en una única escena simbólica.


Las sillerías de los coros


Otro espacio típico de la Baja Edad Media, donde el artista gótico concentra su esfuerzo escultórico, es la sillería, en cuyos respaldos se realizan algunas de las más bellas obras góticas, tanto de temática religiosa como profana.

Los sepulcros

También hay que subrayar la importancia que toman los sepulcros en esta época, como reflejo de un hombre que evoluciona hacia el individualismo y se preocupa cada vez más por perpetuar su nombre sobre su lecho mortuorio.

El período final del Gótico y el principio del Renacimiento serán las épocas cumbre del sepulcro, uno de sus más importantes géneros escultóricos y que dejará creaciones memorables.



De tipología muy variada, destacan:

Exentos, con la figura yaciente.

Adosados a un muro, bajo arco, con un mayor acento arquitectónico, y con la figura yaciente, generalmente en acción orante.

La escultura exenta: temática y características

Cristo Crucificado
No es un Cristo impasible como los románicos, sino que se muestra atormentados por el dolor y el sufrimiento de la Pasión. El artista gótico hace de la Crucifixión un instante patético, que pretende emocionar.

Otra diferencia con los románicos es que ahora aparecen con los pies superpuestos y atravesados por un único clavo, lo que provoca en la composición un ligero movimiento de la cadera que atraviesa todo el cuerpo.

La Virgen con el Niño
La Virgen ya no aparece impasible, inmóvil y frontal, como Trono de Dios; ni el Niño también frontal, inexpresivo y autoritario, como en el Románico. Ahora esta composición se humaniza extraordinariamente, la Virgen se siente maternal, se gira, sonríe, juega o habla con el Niño, como cualquier madre.






C) La Piedad

En el gótico empieza a ser frecuente la representación de la Virgen con el Hijo muerto entre sus brazos, composición iconográfica que se conoce por “Piedad” y que tendrá su gran auge durante el Renacimiento.







D) Otros conjuntos exentos

Igualmente son representados otros conjuntos exentos, de variada temática, desde escenas de la vida de Cristo o la Virgen, como El Calvario, El Descendimiento o La Coronación, hasta imágenes de Santos y Mártires.

Pero la mejor muestra del profundo cambio de la mentalidad europea durante los siglos bajomedievales es la proliferación de temas profanos, como retratos o escenas satíricas y cómicas, aunque en este caso generalmente en el segundo plano de los relieves y no como escultura exenta independiente.

La Pintura Románica

La Pintura Románica


La pintura del románico tiene sus antecedentes en pintura y mosaicos bizantinos, tomando como base la pintura del prerrománico de cada país, sobre todo las miniaturas prerrománicas.


Al igual que la escultura, la pintura además de una función decorativa, tiene una función predominantemente didáctica ya que su función es transmitir el mensaje cristiano a un pueblo casi analfabeto, que puede leer en los muros el mensaje que se le quiere transmitir, por eso ha de tener una gran fuerza expresiva.


Los lugares donde se plasmó el arte de la pintura durante el románico fueron:
La pintura mural: Los muros y ábsides de las iglesias, donde se desarrolla la pintura mural al fresco. Se basaba en la preparación de la pintura a base de pigmentos coloreados diluidos en agua de cal. Este tipo de pintura se aplicaba sobre la superficie mural a la que previamente se había añadido una capa de enlucido para alisarla (yeso, estuco...). La aplicación se hacía cuando el enlucido estaba aún húmedo. Al secarse, el conjunto adquiría gran dureza y resistencia.


La pintura sobre tabla: Decoraba principalmente frontales de altares y pequeños retablos. A diferencia de la pintura mural al fresco, se utilizaba la técnica del temple sobre madera recubierta de estuco. Se utilizó el pan de oro para revestir los fondos.

Los libros y Códices, donde se realizaban las miniaturas. Esta pintura tenía una función más decorativa, pues al ir destinada a la a ilustración de libros (Biblias, Beatos, Codices, Libros de Horas, etc) estaba dirigida a gente que sabia leer y por tanto no tenia la función de enseñar. Es en estos libros donde el artista goza de una mayor iniciativa en la realización de las obras y temas. Para su realización se utilizaba la pintura aguada o acuarela



Las características generales de la pintura románica son:
- Antinaturalismo, el artista románico prefiere plasmar vivencias religiosas antes que reproducir formas reales. Hay una ausencia total de paisaje y en las representaciones se utilizan elementos convencionales. Es una pintura simbólica.
- Claro poder expresivo, destaca lo expresivo frente a la belleza de las formas.

- El dibujo tiene un gran poder en la construcción de formas. Las siluetas se remarcan con un grueso trazo negro o rojo como marco de la zona a colorear.

- El color suele ser plano, sin mezclas ni tonalidades, pues a lo sumo se utilizan dos o tres tonalidades. Se prefiere el plano cromático amplio, en el que se obtienen efectos violentos y con el que se expresa el simbolismo medieval. Suelen utilizarse colores fuertes dado que las pinturas en el interior de las iglesias han de ser vistas con poca luz, y se utiliza una escasa gama de colores.


- Carencia de profundidad. Las figuras se disponen en posturas paralelas a manera de relleno de un plano y resaltan sobre un fondo monocromo o listado en franjas horizontales de diversos tonos. Al no proceder a la mezcla de colores la luz no crea volúmenes, no hay profundidad, es una pintura plana y bidimensional, sin perspectiva





- En la composición, las figuras se presentan yuxtapuestas y frontales rellenando el plano. Se acentúa el poder expresivo frente a la belleza de las formas, las figuras son hieráticas, sin movimiento, presentando desproporciones en su anatomía, con un canon alargado y muy estilizado. No existe comunicación entre las distintas figuras, que no empiezan a relacionarse hasta finales del siglo XII



Temática:

- En los ábsides, suele representarse el Pantocrátor o Cristo en Majestad, dentro de la mandarla o almendra mística rodeado por el Tetramorfos (representación de los cuatro evangelistas con sus símbolos), ángeles o santos.


También se utiliza el tama de La Virgen Quiriotisa, como Trono del Señor, generalmente recibiendo las ofrendas de los Reyes Magos.

- En los muros, suelen representarse los Apóstoles, escenas de la vida de los santos y otras escenas bíblicas. También pueden aparecer temas profanos, como cacerías, caballeros, etc.


- Tablas de los Altares

Generalmente las tablas de los altares estaban divididas en tres calles verticales:
- En la central se solía representar el Pantocrátor, la Virgen o el Santo Titular;
- En las laterales escenas de la vida de santos, pasajes de la biblia, etc.







La Escultura Romanica

La escultura Románica



La escultura románica esta supeditada a la arquitectura, teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir. Las figuras se pliegan y se tuercen según el espacio que tienen que ocupar.

La escultura refleja la concepción del mundo de la Alta Edad Media dominada por la religión, su función no es meramente decorativa, sino que tiene una fuerte función didáctica ya que pretende difundir el programa ideológico cristiano entre una población casi analfabeta, por lo que aparecen representadas figuras no naturalistas y simbólicas que enseñan a los fieles el camino de la salvación buscando un fuerte impacto emocional y huyendo de desviar la atención con detalles demasiado realistas. Los temas más comunes seran el juicio final, los salvados y condenados, el pecado y el demonio y alegorías a los vicios y virtudes.


Hay ausencia de perspectiva y se pierde la noción de la proporción de las figuras, que es sustituida por relaciones jerárquicas, si se quiere dar mas importancia a una determinada figura simplemente se representa más grande que las demás.

Otra característica de la escultura románica es la falta de volumen, las composiciones son planas y simétricas, con un claro predominio de la frontalidad, no existiendo comunicación entre las imágenes.

Las figuras son rígidas, hieráticas, se representan solemnes y alargadas para acentuar su carácter espiritual, y predomina una ausencia general de movimiento.



La escultura románica se desarrolla principalmente en:

Los capiteles de las iglesias y sobre todo de los claustros, donde se representan relieves con animales monstruosos, aves entrelazadas y motivos vegetales o escenas bíblicas.



Los pórticos de las iglesias son la parte más escultórica.
En el tímpano suele representarse el Pantocrator o Cristo en Majestad rodeado de los cuatro evangelistas (el tetramorfos), el Juicio Final, la Virgen, la Crucifixión o el Crismón que representa la Santísima Trinidad.

Sobre las columnas, donde se apoyan las arquivoltas, las jambas y el parteluz se suelen adosar estatuas de santos u otras figuras.
Las arquivoltas suelen decorarse con motivos
geométricos o figuras humanas que se adaptan al arco de la moldura.




Escultura exenta.

Además de los grandes grupos escultóricos que decoran las portadas y los capiteles, encontramos esculturas exentas de pequeñas tallas en madera policromada o marfil, donde las representaciones más características son:

- La imagen de Jesús crucificado, caracterizada por su rigidez hierática, su composición y distribución geométrica, con cuatro clavos y los pies separados, ojos muy abiertos y en actitud serena alejado de cualquier expresión de dolor o sufrimiento.


- La Virgen con el Niño, suele ser una figura sedente, coronada, en una composición rígida y sin que exista comunicación entre ambas figuras.

viernes, 5 de marzo de 2010

Personajes del primer Renacimiento en Italia

SAN FRANCISCO DE ASIS


Nació en Asís en 1182, bajo el nombre de Giovanni. Sus padres fueron Pedro Bernardone dei Moriconi y Donna Pica Bourlemont, Su padre era un próspero comerciante de telas que formaba parte de la burguesía de Asís.

Francisco recibió la educación regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida despreocupada: no tenía reparos en hacer gastos cuando andaba en compañía de sus amigos, en sus correrías periódicas, ni en dar pródigas limosnas; como cualquier hijo de un potentado tenía ambiciones de ser exitoso y sueños caballerescos.




En los enfrentamientos entre Asís y Perugia, fue hecho prisionero en la Batalla de San Giovanni, en noviembre de 1202, y estuvo cautivo por lo menos un año.

Desde 1198 el pontificado se hallaba en conflicto con el Imperio, y Francisco formó parte de la armada papal bajo las órdenes de Gualterio de Brienne contra los germanos. En un viaje a Apulia (1205) mientras marchaba a luchar, fue durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a Asís y cambiar de forma de vida. Así lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero envuelto ahora en meditaciones solitarias.




Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal. El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecía extremadamente amargo mirar. Se dedicó después a la reconstrucción de la capilla de San Damián. Según los relatos, lo hizo después de haber visto al crucifijo de esta iglesia decirle: Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas. Entonces decidió vender el caballo y las mercancías de su padre en Foligno, regresó a San Damián con lo ganado y se lo ofreció al sacerdote, pero este lo rechazó.

Su padre, preocupado por lo perdido, le requirió para devover el dinero. Francisco se sometió a la llamada de la autoridad eclesial. Ante el requerimiento de devolver el dinero frente a su padre y al obispo de Asís, no sólo lo hizo, sino que se despojó de todas sus vestimentas ante los jueces, proclamando a Dios desde ese momento como su verdadero Padre. Ante esto, el obispo lo abrazó y le envolvió con su manto.

No se sabe con certeza cuántas iglesias en ruinas o deterioradas reconstruyó; entre ellas San Damian, San Pedro y Santa María de los Angeles, la Porciuncula. Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión, probablemente el 24 de febrero de 1208, cuando escuchó estas palabras del evangelio: “No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos..”. Así, cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la predicación del Evangelio.



Comenzó a tener discípulos y en 1210, el grupo fue a Roma, donde el Papa Inocencio III aprobó la regla sencillísima de los hermanos menores redactada por Francisco y les otorgó autorización para predicar, concediendolo el establecer la orden en la Porciuncula. El ideal franciscano es por completo evangélico: pureza total, desprendimiento total, y alegría total en la paz. Los hermanos se instalaron en la Porciúncula y empezaron su predicación en Italia.

En 1212 Francisco fundó con Santa Clara de Asís, la segunda orden franciscana, la de las damas pobres o Clarisas.

Durante su misión de evangelización fuera de Italia, se enteró de las modificaciones introducidas en la orden por quienes le sustituían, volvió a Italia y presento su dimisión como ministro general de la orden.

En 1221 fundo la orden tercera de la Penitencia (los terciarios), y en ese mismo año se reunió el último gran capítulo general , donde fue promulgada la primera regla , escrita en colaboración con el cardenal Urgolino, al que el Papa nombró cardenal protector de los franciscanos, y que utilizó la orden para promover su reforma eclesiástica.

En 1223, Francisco redactó una tercera regla, breve, de forma jurídica que fue aprobada por el Papa Honorio III.

En 1224, durante un retiro en el monte Alvernia, y deseoso de sentir la pasión de Jesus, recibió los estigmas de las llagas de Cristo.



De vuelta a Asís, cayó gravemente enfermo, componiendo su Cántico al Sol. Murió en la noche del 3 al 4 de octubre de 1226 en una cabaña de la Porciúncula, siendo canonizado en 1228 por Gregorio IX. Sus restos se encuentran en la Basilica de San Francisco de Asís.

Los episodios de la vida del santo han constituido fuente de inspiración para muchos artistas y han sido tema favorito en la decoración en las iglesias franciscanas desde el s. XIII.

CIMABUE

Giovanni Cimabue, también conocido como Cenni di Pepo, nació en Florencia hacia 1240 fue un pintor y creador de mosaicos florentino. Se le considera iniciador de la escuela florentina del trecento.

Debido a la poca documentación que sobrevive, no se sabe mucho de la vida de Cimabue.
Cimabue parece haber sido muy considerado como artista en vida. Influyó en muchos otros artistas: Duccio (que trabajaba en la cercana Siena), Giotto (de quien se considera el descubridor y primer maestro), Simone Martini, Monfredino de Pistoia y Corso di Buono.

Su fama se debe principalmente al hecho de que fuera elegido por Dante como ejemplo para ilustrar la naturaleza transitoria de la gloria terrena: “Cimabúe creyó ser la mayor figura de la pintura de todos los tiempos, sin embargo, en la actualidad es Giotto el aclamado y su fama se ha oscurecido (Purgatorio XI 94-6)”.

Se sabe que se hallaba en Roma en el año 1272 y pudo haber recogido la influencia de la corriente clásica representada por Cavallini. Todo ello influyó en él para liberarlo de los cánones y maneras bizantinas, girando su obra entonces hacia una cierta búsqueda del naturalismo, introduciendo en sus obras un elemento de emoción y vida, por lo que será la figura a partir de la cual la pintura italiana comience su evolución desde el bizantinismo hacia el Renacimiento.


Solo se conserva de él una obra documentada, un fragmento del San Juan Evangelista del mosaico del ábside de la catedral de Pisa (1302), el mismo año de su muerte. Todo lo demás son atribuciones, bastante probables, pero no absolutamente seguras.

Sus primeras obras (crucifijos) conservan el bizantinismo: rigidez, drapeados de las telas marcados por hilos de oro, pero luego se desmarca de estos modelos para entroncar con la herencia de finales de la Antigüedad: tratamiento más sutil, más suave, especialmente en las carnaciones; sustituye los hilos de oro en las telas por drapeados con pliegues profundos; utiliza un cromatismo delicado, colores sobresalientes. Entre sus grandes obras, una de ellas es el crucifijo de la iglesia de Santa Croce de Florencia


Dirige la realización de los frescos en la Basílica de San Francisco de Asís . Parece que se realizaron entre 1277 y 1279. En su composición se inspira en las iglesias bizantinas. Desafortunadamente, estas obras son ahora un pálido reflejo del original. Durante la ocupación del edificio por los franceses, hubo un incendio y se dañaron los frescos originales. La pintura blanca estaba parcialmente compuesta de plata, que se oxidó y se ha vuelto negra, dejando en negativo los rostros y gran parte de las ropas de las figuras


Entre sus obras sobresalen sus versiones del tema de la Maestà, sobre todo la Maestá di Santa Trinitá conservada en la Galeria Ufizzi, que es considerada una obra maestra, o la que se conserva en el Museo del Louvre.

Falleció en Pisa en 1302.




GIOTTO

Giotto di Bondone nació, según las fuentes más creíbles, en Colle de Vespignano, en las cercanías de Vicchio del Mugello, un pueblo cercano a Florencia en 1266. Era hijo de un campesino y pasó su infancia como pastorcillo en los campos.

Según sus biógrafos, fue discípulo del pintor florentino Cimabue, el artista más conocido de su época. Vasari relata el modo en que el pequeño de 11 años demostró por primera vez su talento artístico. Cuenta que, estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza. Acertó a pasar por allí Cimabue, quien, impresionado por el talento natural de Giotto que había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva, lo acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz.

Giotto era un aprendiz divertido y bromista, a tal punto que se cuenta que en una oportunidad pintó una mosca en la naríz de un retrato. Su técnica era tal que Cimabue intentó espantarla con la mano antes de darse cuenta de que estaba pintada. Esta anécdota de juventud presagia ya la técnica característica de Giotto, que lo capacitaba para pintar figuras casi reales.

Giotto viajó por casi toda Italia residiendo, además de en Florencia, en Roma, Padua, Arezzo, Rímini, Asis y Napoles, donde ejecutó docenas de retratos de príncipes, nobles y dignatarios eclesiásticos.

El arte de Giotto fue extremadamente innovador y es considerado precursor de la evolución que poco después llevó al Renacimiento. Sus obras fueron el punto de inflexión entre el arte bizantino de la Baja Edad Media y el mucho más realista y humanista que floreció en el Renacimiento.


Con sus composiciones de profunda emotividad, Giotto es el gran iniciador del espacio tridimensional en la pintura europea, tratando con un nuevo espíritu los temas religiosos que dominaron el arte medieval. Sus composiciones son de profunda emotividad, y doto a sus personajes de volumen, peso y naturalismo.

Al concentrarse en estos conceptos esenciales, Giotto fue capaz de crear impresionantes imágenes de gente bajo presión, personas en crisis y hombres en los que se percibe claramente que están tomando gravísimas decisiones espirituales.

La obra de Giotto ha trascendido al tiempo; cristalizando en las obras de todos los pintores que le siguieron e incluso influencio la obra de formidables artistas como Masaccio y Miguel Ángel.


En el año 1334, la ciudad de Florencia decidió honrar al gran pintor: se le otorgó el título de magister et gubernator ("maestro y gobernador") de la Obra de Santa Reparata, que se encargaba de las obras de la catedral, así como arquitecto en jefe de la ciudad y superintendente de obras públicas. En esta última etapa de su vida, Giotto diseñó el famoso campanile ("campanario") de la catedral de Florencia, cuya construcción se inició en ese mismo año de 1334, pero que no pudo ver concluido. Curiosamente, aunque finalmente el campanile no se construyó de acuerdo con sus proyectos originales, es universalmente conocido como "campanile di Giotto".


Falleció el 8 de enero de 1337.. Fue enterrado en Santa Reparata, con grandes honores por parte del comune (ayuntamiento) de la ciudad, lo cual era muy inusual en la época. Se trata de un caso prácticamente único entre los pintores de su tiempo: el reconocimiento de que gozaba era tan grande que fue enterrado con honores de noble y dignatario político, algo impensable para un artista, a los que en aquel tiempo se consideraba meros artesanos.

A pesar de su fama y la increíble demanda que sus servicios como pintor, arquitecto, decorador y escultor tuvieron en vida de Giotto, muchas de sus obras sobrevivientes no pueden ser documentadas como suyas más allá de toda duda razonable.

Sin embargo, hay unanimidad en atribuir a Giotto el notable ciclo de frescos de la Capilla de los Scrovegni, en Padua, considerados por los críticos el momento culminante de la madurez artística de Giotto. El edificio es también conocido como Capilla de la Arena, (por estar construido sobre las ruinas de una "arena" o anfiteatro).




El segundo ciclo de frescos de importancia asociado o atribuido a Giotto es la "Vida de San Francisco" en la Iglesia Superior de San Francisco, sobre los que hay unanimidad en considerarlos anteriores a los de la Capilla de los Scrovegni.





Las pinturas de la basílica de la Santa Croce (Santa Cruz) de Florencia, también se atribuyen al pincel de Giotto. Posiblemente las cuatro capillas sean suyas, y los frescos de las capillas Peruzzi y Bardi han sido fechadas alrededor de 1320, cuando el pintor estaba en la ciudad. En la capilla Peruzzi están representadas escenas de la vida de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista. En la capilla Bardi, en cambio, los frescos representan escenas de la vida de San Francisco de Asís.



Ciertas obras si llevan la firma de Giotto, aunque algunos expertos afirman que la firma no es prueba de la mano del autor, sino más bien una "marca registrada" que solo indicaba que la obra había sido realizada por el taller de Giotto, tal es el caso del políptico Stefaneschi, actualmente en la Pinacoteca Vaticana.

Tambéen se atribuyen a Giotto La madona de Ognissanti (también llamada «Virgen entronizada»), que actualmente se custodia en la Galleria Uffizi de Florencia, así como el esplendido crucifijo de Santa Maria Novella en Florencia, que pintó siendo arquitecto mayor de la ciudad.


Giotto y el cometa Halley


Uno de los frescos de la Capilla de la Arena es la "Adoración de los Reyes Magos", que se encuentra entre los más reputados y admirados de la serie.


En el cielo, encima del techo del pesebre, puede observarse la Estrella de Belén. La imagen representada por Giotto tiene forma de cometa (con su cabeza y cola). Giotto vio el cometa Halley en su aparición de 1301 en el cielo italiano, y es muy probable que este objeto astronómico haya sido el modelo para la sobrenatural estrella de su "Adoración". Lo que Giotto no tenía forma de saber es que el cometa Halley, con su período de entre 76,5 y 79,3 años, apareció entre 4 y 7 años antes del nacimiento de Cristo. No puede asegurarse que el Halley haya inspirado el episodio de la Estrella de Belén, pero sí resulta interesante que casi con certeza, tanto la estrella del relato bíblico como la pintada por el maestro florentino sean el mismo cometa en dos apariciones separadas por trece siglos.

Por esta circunstancia, la Agencia Espacial Europea bautizó como "Misión Giotto" a la sonda que en 1986 se aproximó al cometa para estudiarlo. No es el único homenaje que Giotto recibió de las ciencias del espacio: en Mercurio (planeta poblado de accidentes geográficos con nombres de artistas) se encuentra un cráter que ha sido bautizado en su honor.


DANTE

Nació en Florencia en el año 1265. Sus padres, el notario Alighiero de Bellincione y Grabiella (a quien llamaban Bella), pertenecían a la burguesía güelfa florentina, pero Dante siempre se encargó de asegurar que procedía de familia noble. Se desconocen sus primeras vivencias, así como su periodo de instrucción, aunque se sabe que hacia 1285 se encontraba en Bolonia y se supone que estudio en la Universidad de esta cuidad. Recibió una buena y cuidada educación en gramática, retórica y lógica. De muy joven le interesó la poesía, por lo que comenzó a frecuentar los círculos literarios más relevantes de la época. Fue discípulo y amigo del poeta Guido Cavalcanti y estuvo muy influenciado por el filósofo Brunetto Latini.

Con nueve años de edad conoció a Beatriz Portinari, de quien se enamoró en la adolescencia, profesándole un amor entre ideal y apasionado. Aunque en la vida real nunca se concretó ese amor, ella estaba casada. Se dice que solo la vio en tres ocasiones y nunca habló con ella. Después de la muerte de la joven, en 1291, esa pasión se trasformó en devoción mística. De tal manera que en ella se inspiró para escribir gran parte de su obra.

Antes de morir su padre en 1283, quedó concertado el matrimonio con la hija de Manetto Donati, Gemma (Los matrimonios concertados eran algo frecuente en la epoca, e incluso se realizaban actos ante notario). Puede que se haya casado antes de 1290. Con ella tuvo cuatro hijos, tres de los cuales permanecieron, a pesar del exilio, junto a él en sus últimos años.


En 1295 se inscribió en el gremio de médicos y boticarios, y a partir del mes de noviembre empezó a interesarse por la política municipal florentina, ocupando cargos importantes en la diplomacia y magistratura de Florencia. El panorama mostraba las rivalidades internas entre gibelinos y guelfos, y dentro de estos entre quienes eran favorables a una alianza papal (guelfos negros) y quienes se mostraban partidarios de la independencia de Florencia ante el poder papal y del emperador (guelfos blancos), bando por el que Dante tomó partido.

Dante intentó llegar a un acuerdo con la mediación del Papa Bonifacio VIII, pero este lo retuvo en Roma contra su voluntad, con la intención de ayudar en Florencia a la facción opuesta a la de Dante, sector que luego consiguió el control de la ciudad y desterró a sus oponentes. Se lo acusó de malversación de fondos y se lo condenó a multa, expropiación y exilio, y más tarde a muerte en caso de que regresara a Florencia.

A partir de entonces inició un largo exilio que lo hizo recorrer varias ciudades de Italia, como Verona, Padua, Rímini, Lucca y, finalmente, Rávena. En el año 1316 se produjo una amnistía, invitándose a Dante a regresar a Florencia. El escritor rechazó el ofrecimiento a menos que se le restituyese por completo en su dignidad y honor.


Tras un viaje a Venecia y aquejado de unas fiebres, falleció el 14 de septiembre de 1321 en Ravena, cuando tenia 56 años. Fue enterrado en esa ciudad, pero sus restos han sido reclamados durante siglos por los florentinos. En 1829, se construyó una tumba para él en Florencia en la Basílica de Santa Cruz. Esa tumba ha estado siempre vacía y el cuerpo de Dante permanece en su tumba en Rávena. En el frente de su tumba en Florencia se lee “Onorate l'altissimo poeta” (Honrad al más alto poeta).

En cuanto a su obra literaria, esta marcada por la figura de su amada Beatriz, en especial en sus obras:

La Vita Nuova, es la primera obra conocida de Dante Alighieri; escrita entre 1292 y 1293, poco después de la muerte de su amada Beatriz. En la obra se alternan 31 poemas líricos y 42 capítulos en prosa. El sentido del título viene dado por la renovación vital que experimenta el poeta al enamorarse de su amada.

La Divina Comedia. La búsqueda de un estilo propio culminará finalmente con esta obra, una de las cumbres de la literatura universal. Se supone que su composición se pudo iniciar hacia 1312 y culminó el año de su muerte, en 1321.

Organizada en tres partes o cantigas - Infierno, Purgatorio y Paraíso- Dante narra un viaje imaginario por los reinos de ultratumba. El motivo de este recorrido es la purificación de su alma, gracias a la intercesión amorosa de Beatriz, quien desde el Paraíso ve cómo el poeta ha caído en el pecado.

Tres guías le acompañan: Virgilio (poeta latino a quien Dante admiraba profundamente), Beatriz y San Bernardo de Claraval (impulsor del culto mariano). Estas tres figuras pueden ser interpretadas como símbolos de las tres facultades humanas que permiten al hombre acercarse a Dios: la razón (Virgilio), la Fe (Beatriz) y el conocimiento teológico (Bernardo de Claraval).

El sentido y el alcance de esta obra va mucho más allá de su interpretación literal. Tiene un claro significado alegórico que habla de la posibilidad del alma de ascender hasta la gloria divina.

Otras obras suyas menos conocidas son:

De Vulgari Eloquentia (La Elocuencia en la lengua vernácula) es el título de un ensayo sobre las ventajas que supondría el uso de la lengua vernácula como lengua literaria, que constaría de cuatro libros, pero Dante abortó la idea después del segundo. Fue probablemente escrito en los años que precedieron el destierro de Dante de su natal Florencia, entre 1303 y 1305.

De Monarchia "La monarquía" (1310-14), que constituye una completa síntesis de las concepciones políticas de Dante.

TADDEEO GADDI


Taddeo Gaddi, pintor y arquitecto florentino, nacio en el año 1300.

Hijo de Gaddo Gaddi, un artista del que poco se sabe, la educación artística de Taddeo le viene principalmente por ser alumno y asistente del pintor Giotto di Bondone. Cennino Cennini se refirió a Taddeo llamándolo ahijado de Giotto y dice que su relación duró 24 años. Durante varias décadas después de la muerte de su maestro, Gaddi fue el pintor más importante de la escuela florentina

Su obra sigue fielmente los principios de Giotto, superponiendo figuras naturalistas sobre paisajes de tonos oscuros; también experimentó con la representación de figuras humanas individualizadas y con los efectos de la luz tanto en sus retablos como en sus numerosos frescos.

Entre estos últimos se encuentran la serie que ilustra la vida de la Virgen en la capilla Baroncelli de la iglesia de Santa Croce de Florencia, o La última cena y El árbol de la vida, ambos en el refectorio de la misma iglesia.






Entre sus retablos destacan La Virgen en la gloria (1355, Uffizi, Florencia) y La Virgen y el Niño con cuatro santos (Museo Metropolitano de Arte, Nueva York). En el Museo del Prado de Madrid se conservan dos obras suyas, San Eloy ante el rey Clotario y San Eloy en el taller de orfebrería



Como arquitecto, a Taddeo Gaddi se le atribuye el diseño del Ponte Vecchio en Florencia, así como el Ponte Trinita, que fue destruido en el siglo XVI, y la continuación del Campanile de Giotto en la catedral de dicha ciudad.

Murio en 1366.


DUCCIO DI BUONISEGNA

Duccio di Buonisegna, se cree que nacio en Siena entre 1255 y 1260.

Fundador de la escuela pictórica de esta ciudad, probablemente sea el artista mas influyente de Siena y es considerado como uno de los artistas mas influyentes en la formación del estilo gotico internacional y precursor del estilo renacentista que llevó a la cumbre el arte medieval italiano de tradición bizantina.

Sus trabajos, de carácter religioso, se caracterizan por la sensibilidad del dibujo, la habilidad de la composición, la calidad decorativa similar a los mosaicos y una intensidad emocional mayor que la del modelo bizantino que seguía. Su obra más famosa, y la única firmada, es la Maestà, un gran retablo pintado por ambas caras; en la actualidad la mayor parte de esta obra se encuentra en el museo de la Catedral de Siena. La parte frontal muestra a la Virgen entronizada y rodeada de un gran número de ángeles, santos y apóstoles, levemente naturalistas.

El reverso del retablo (que fue separado en 1795) contiene 26 escenas del magisterio y la pasión de Cristo. En algunas ya puede verse un tratamiento nuevo, más realista de la perspectiva. Las escenas de la predela (pintura de la zona inferior del retablo bajo el panel central) se hallan dispersas en varios museos.



Otra pieza fundamental de Duccio di Buoninsegna es la Madonna Rucellai. Se trata de un retablo que muestra a la Virgen sentada en el trono con el Niño Jesús, con un fondo de oro de tradición bizantina y flanqueada por ángeles de rodillas. Esta obra la pintó para la iglesia de Santa María Novella de Florencia y en la actualidad se encuentra en la Galería de los Uffizi.




A lo largo de su trayectoria profesional, Ducccio también realizó diseños para las vidrieras de la catedral de Siena, inspirándose en vivencias de la Virgen.




Se estima que sus pinturas inspiraron a artistas como Simone Martini y los hermanos Ambrogio y Pietro Lorenzetti, entre otros.

Falleció en Siena entre 1318 y 1319.

AMBROGIO LORENZETTI

Ambrogio Lorenzetti, fue un pintor italiano de la escuela de Siena, nacido probablemente en 1290. Era el hermano menor de Pietro Lorenzetti, también pintor reconocido.

Su máxima actividad se desarrolló entre los años 1317 y 1348, cuando murió, probablemente a causa de la Peste Negra, lo mismo que su hermano.


Se formó en el taller de Duccio di Buoninsegna. La obra conocida más antigua que se le conoce es una «Madonna con niño» de 1319 (Museo Diocesano de San Cascianco).

Se trasladó a Florencia donde ingresó en la cofradía de los médicos y especieros (que en esa época correspondía también a los pintores). Su estilo esta influido por el de su amigo Simone Martini (el pintor más apreciado en su época) pero más naturalista, debido a la influencia de su maestro Duccio.

En sus comienzos fue un artista poco comprendido, por lo que sus comienzos no fueron muy exitosos. Hasta que recomendado por el propio Simone Martini, pudo trabajar en la corte papal de Avignon.





Cuando volvió a Siena, trabajó en los frescos de su Palazzo Pubblico o ayuntamiento (siglo XIV), en un ciclo narrativo de tema civil y político. La obra, realizada entre 1338 y 1340, en tres de los muros de la denominada «Sala dei Nove» (Salón de los Nueve), es una de las obras maestras del Prerrenacimiento. Se trata del primer conjunto pictórico medieval en el que se desarrolla un tema civil, con un claro programa propagandístico (el de los nueve gobernantes de la ciudad), en una serie de ambientes con paisajes tanto rurales como urbanos, dando como resultado una obra de absoluta novedad en el panorama artístico de la época. En una de las paredes se encontraba la «Alegoría del buen gobierno», en otra la obra titulada «Efectos del buen gobierno en la ciudad y el estado», siendo la tercera la «Alegoría del mal gobierno».

El innovador influjo que Duccio ejerció sobre Ambrogio Lorenzetti hace que su forma de pintar no se corresponda exactamente con el estilo general de la escuela sienesa. Aparte del conjunto de obras murales ya citado y la madonna entronizada de sus primeros años, ejecutó muchas otras realizaciones, casi todas ellas religiosas.




COSME DE MEDICI

Cosme de Médici, conocido como Cosme El Viejo, nació en Florencia el 27 de septiembre de 1.389.

Político y banquero italiano, fue el fundador de la dinastía de los Medici, dirigentes efectivos de Florencia durante una buena parte del Renacimiento italiano. Se le conoció también con el nombre de Cosme el Viejo.



Era hijo de Juan Averardo de Medici y Piccarda Bueri.



A la muerte de su padre, Cosme continuó el negocio bancario familiar ampliando la fortuna de manera considerable. Entre sus mejores negocios está el préstamo de 100 ducados a un monje llamado Tommaso Parentucelli. Cuando Parentucelli fue nombrado papa con el nombre de Nicolas V, no dudó en elegir a los Médici como los banqueros de la Santa Sede.





Cosme también continuó con la carrera política iniciada por su padre al considerar que la seguridad de su fortuna estaba ligada a la obtención del poder. Se opuso al régimen oligárquico por entonces establecido en Florencia, en el que prevalecía la familia rival de los Albizzi. Su participación política se truncó inicialmente al ser desterrado en 1433 por el jefe de la oligarquía, Rinaldo di Albizzi, ya que siempre los Médici buscaron el apoyo en las clases populares. El exilio sólo duró un año y Cosme entró triunfante en Florencia, haciéndose de manera rápida con el control del gobierno, aunque siempre de manera discreta ya que ejerció el poder de forma indirecta y nunca ocupó cargos de relevancia, pues sólo fue durante seis meses Gonfaloniere de justicia.

El modo de dirigir las riendas de la ciudad era simple: manipulaba las elecciones y colocaba en las magistraturas a sus partidarios. Su política exterior se basó en la consecución de la paz, fundamental para la buena marcha de los negocios. Se alió con los duques de Milán, la Santa Sede, los duques de Borgoña o los monarcas de Inglaterra y Francia; incluso asoció a su hijo y futuro sucesor, Pedro el Gotoso, con el papa Pio II en el negocio del alumbre, mineral fundamental para el tintado de las telas, otra de las bases económicas de los Médici.

Cosme fue uno de los grandes mecenas de su tiempo. Admirador de la filosofía platónica, fundó la Academia cuya dirección confió a Marsilo Ficino, convirtiendo a Florencia en la capital del Humanismo. Gracias a su financiación se continuaron los trabajos en el Duomo o el Baptisterio, rodeándose de importantes artistas como Fra Angelico, Michelozzo -autor del famoso Palacio Medici y de la biblioteca del convento de San Marcos- o Donatello.
Murió en Careggi el 1 de agosto de 1.464.

La importancia del gobierno de Cosme fue tan grande que recibió el título de "Pater Patriae".

GHIBERTI

Escultor, orfebre, arquitecto y escritor de arte italiano del Quattrocento, Lorenzo Ghiberti, nace en Florencia en 1378.


Comenzó su actividad artística como orfebre. Sin embargo, no ganó fama hasta 1401, cuando participó en el concurso para decorar las segundas puertas del baptisterio de la catedral de Florencia, resultando ganador con su Sacrificio de Isaac, al renunciar al premio ex sequo Brunelleschi, el otro finalista.
Su triunfo en el concurso resultó decisivo para su vida, puesto que la magnitud de la tarea requirió la creación de un taller de gran tamaño, que se convertiría en el principal de la ciudad durante medio siglo. En él se formaron figuras destacadas del Renacimiento, como Donatello, Michelozzo, Uccello, Masolino y Filarete.

Las historias en relieve habían de repetir el modelo empleado por Andrea Pisano en la primera puerta, a base de marco cuadrilobulado y dejando unos espacios vacíos en torno a las figuras dentro de cada marco. Esta puerta septentrional tiene 28 escenas que representan a los cuatro evangelistas, los cuatro Doctores de la Iglesia y veinte escenas de la vida de Cristo. El trabajo en estas puertas duró más de veinte años (de 1403 a 1424).


Su obra tuvo tanto éxito que posteriormente el gremio de comerciantes de Florencia le encomendó el encargo de ejecutar para el mismo baptisterio una tercera doble puerta, que acabó en 1452. Está decorada con diez bajorrelieves de bronce dorado que representan escenas del Antiguo Testamento, en un estilo totalmente diferente al anterior, en el que se aplican consecuentemente las reglas de la representación naturalista del movimiento, el volumen y la perspectiva. Miguel Ángel se refirió a esta puerta como digna del Paraiso, conociéndose desde entonces con ese nombre.

Resultó también finalista junto a Brunelleschi en el concurso para la construcción de la cúpula de la catedral (Santa María de las Flores), pero esta vez el trabajo le fue encargado a Brunelleschi.

Ghiberti esculpió también algunas estatuas de bronce para la iglesia florentina de Orsanmichele.

La vida de Ghiberti presenta en sus últimos años una interesante faceta literaria. Escribió tres Comentarios que contienen datos de inestimable valor: el primero, contiene estudios sobre el arte antiguo y recoge noticias de Vitrubio y Plinio; el tercero, versa sobre problemas de óptica; pero el más notable es el segundo, que contiene biografías de varios artistas florentinos y sieneses -además de su autobiografía- que fueron, en cierto modo, un precedente de las célebres Vidas del Vasar¡.



Falleció el 1 de diciembre de 1455 en Florencia.

BRUNELLESCHI

Nacio en Florencia en 1377.

Fue el arquitecto italiano más famoso del siglo XV y, con Alberti, Donatello y Masaccio, uno de los creadores del estilo renacentista. Se formó como escultor y orfebre e inició su carrera en el ámbito de la escultura.




Con este diseño sobre el tema El Sacrificio de Isaac, en 1401 participó en el famoso concurso para el diseño de las puertas de bronce del baptisterio de su ciudad, que fue adjudicado a Ghiberti, pues aunque empataron, Brunelleschi rechazo la realización conjunta del trabajo.

Se dice que su decepción por este relativo fracaso fue tal que en lo sucesivo decidió dedicarse casi exclusivamente a la arquitectura.




Junto a Donatello, se dirige a Roma para estudiar los monumentos clásicos, de los que extraerá su estilo. Esto junto a sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino, además de llevarle al descubrimiento de la perspectiva, la clave del arte del Renacimiento.

En 1418 gana el concurso para la realización de la cúpula de la catedral gótica de Florencia.

La catedral de Florencia fue realizada por Arnolfo di Cambio, pero estaba sin concluir pues se encontraba sin abovedar el crucero. Por la altura del edificio, la cúpula que cubriera dicho crucero no podía ser totalmente semiesférica por posibles problemas en el sistema de empujes y contrarrestos. El proyecto de Brunelleschi, que representó una gran innovación no sólo artística, sino también técnica, consistía en la superposición de dos bóvedas esquifadas octogonales, una dentro de otra, manteniendo constante la distancia entre ambas. Esta disposición permitía un reparto de esfuerzos junto con una ligereza excepcional, y se convirtió en el modelo constructivo de cúpula durante varios siglos. El arquitecto florentino partió de la necesidad de una estructura de ocho nervios, que discurren por el exterior. Está construida sobre un tambor octogonal decorado con mármoles y en cada uno de sus lados se abren ventanas circulares. Por primera vez en la historia una cúpula ofrecía el mismo aspecto estructural en el interior que en el exterior.



Esta enorme cúpula no sólo destaca sobre el conjunto de la catedral, sino que es una referencia visual en toda la ciudad de Florencia.
En otros edificios florentinos, como la iglesia de San Lorenzo y la fachada del Hospital de los Inocentes, Brunelleschi perfeccionó su estilo austero y geométrico, inspirado en la antigua Roma y completamente diferente del gótico florido que prevalecía en su época.


Hacia el final de su carrera, sobre todo en edificios como la inacabada iglesia de Santa Maria degli Angeli, la basílica del Santo Espíritu y la capilla Pazzi, todos ellos en Florencia, abandonó el estilo lineal y geométrico para adoptar otro más escultórico.



En el palacio Pitti crea el modelo del palacio renacentista italiano, haciendo desaparecer de la construcción la característica torre defensiva medieval y ocupando la fachada con un ornamento almohadillado.

Fallece en Florencia en 1446.

DONATELLO


Donato di Niccolo di Betto Bardi, mas conocido con el seudónimo de Donatello, hijo de un cardador de lana, nació en Florencia alrededor del año 1386. Es considerado como el escultor más original del renacimiento italiano y uno de los artistas más importantes de ese periodo.

A la edad de 17 años fue ayudante de Lorenzo Ghiberti en la construcción y ornamentación de las famosas puertas de bronce del baptisterio de San Juan de Florencia. Más adelante también trabajó en colaboración con Filippo Brunelleschi, que influye en su formación y manera de trabajar y con quien fue a Roma para estudiar los monumentos de la antigüedad clásica.

Su carrera artística puede dividirse en tres periodos:

El primero, el periodo de formación, abarca hasta el año 1425, y en él su obra presenta influencias de la escultura gótica, aunque también revela tendencias clásicas y realistas, entre las esculturas de este periodo destacan las estatuas de San Marcos (1411-1412, iglesia de Orsanmichele, Florencia), un excepcional y renacentista San Jorge (1415-1417, Bargello, Florencia), San Juan Evangelista (1413-1415, Opera del Duomo, Florencia) y Josué (1418, campanile de la catedral de Florencia).

El segundo periodo (1425-1443) suele caracterizarse por utilizar modelos y principios escultóricos de la antigüedad clásica. Entre 1425 y 1435 Donatello trabajó con el escultor y arquitecto florentino Michelozzo en varios proyectos, entre los que se encuentra el monumento dedicado a Bartolomeo Aragazzi (catedral de Montepulciano), en este trabajo conjunto Michelozzo se ocupaba de los diseños arquitectónicos y ayudaba en el vaciado de los bronces a Donatello, que realizó la mayor parte de las esculturas. Entre 1430 y 1433 Donatello pasó algunas temporadas en Roma, donde creó varias obras, de las que la más notable es el cáliz de la sacristía de la basílica de San Pedro, decorado con los relieves de La adoración de los ángeles y El entierro de Cristo. Sin embargo, fue a su vuelta a Florencia cuando creó la obra más notable de este periodo, su David en bronce (1430-1435, Bargello), primer desnudo exento de la escultura renacentista, realizado para un palacio de la familia Medicis y que iniciará una relación de colaboración con dicha familia, y en el que Donatello demuestra su dominio a la hora de representar la anatomía humana.


En el tercer periodo, el de su culminación, Donatello se alejó de la influencia clásica y puso mayor énfasis en el realismo y en el dramatismo de la acción, al entrar en contacto con la corriente artística que por entonces se estaba desarrollando en Padua, a donde trasladó su taller en 1.443. Ejemplos notables de la escultura de esta época son Los milagros de San Antonio (Altar mayor de San Antonio, Padua), la estatua ecuestre del condottiero Gattamelata, (en la plaza que está delante de la basílica de San Antonio), primera estatua ecuestre ejecutada a tamaño natural, en bronce, desde la antigüedad.

Ya de vuelta a Florencia realiza la composición de Judith y Holofernes (Piazza della Signoria, Florencia) y su terrible María Magdalena del Baptisterio de Florencia en madera, así como los púlpitos de San Lorenzo que dejará incompletos .


Muere en Florencia en 1.466.

Las obras de Donatello influyeron en la escultura de Florencia y del norte de Italia durante el siglo XV. Representó también un impulso importante en el desarrollo realista de la pintura italiana, sobre todo en la obra del gran artista de Padua Andrea Mantegna. Donatello tuvo muchos discípulos, entre los que destacó Desiderio da Settignano.

MASACCIO

Tomasso di Ser Giovanni di Mone Cassai, más conocido como Masaccio ("tosco", "pesado") nace el 21 de diciembre de 1401 nace en Castel San Giovanni.

Su padre, notario de profesión, se llamaba Giovanni Cassai. El apellido Cassai procede del nombre de la profesión de su abuelo, ebanista artesano que hacía muebles y cajas.





Sus primeros contactos artísticos tendrían lugar en su ciudad natal, trasladándose Masaccio a Florencia hacia 1417. El 7 de enero de 1422 aparece inscrito en el gremio de médicos, boticarios y pintores de la ciudad, empapándose del ambiente humanista que se respiraba en la capital de la Toscana, relacionándose con Donatello y Brunelleschi, como se observa en el Tríptico de San Giovenale, su primera obra conocida. En esos momentos también trabaja en el fresco de La Consagración para la iglesia del Carmine.
Al año siguiente realiza un viaje a Roma, donde se interesa por el mundo antiguo.


En 1424 se inscribe en la "Compagnia di San Luca" de Florencia e inicia sus relaciones con Masolino, con quien trabaja en algunas obras como Santa Ana, Virgen con Niño y ángeles y en la decoración de la capilla Brancacci, su obra maestra. La ejecución de los frescos se prolongará hasta 1428, trabajos que compagina con otros encargos como el Políptico de Pisa o el fresco de la Trinidad de la iglesia de Santa Maria Novella. Gracias al catastro de 1427 sabemos que Masaccio vivía con su hermano Giovanni y su madre en una casa alquilada de la Via dei Servi y que ocupaba un taller en la actual Piazza di San Firenze.



En 1428 se traslada a Roma, interrumpiendo los trabajos en la capilla Brancacci (que continuará 60 años después Filippino Lippi) para colaborar nuevamente con Masolino en la ejecución de un tríptico para la iglesia de Santa Maria Maggiore, que no llegó a finalizar ya que falleció misteriosamente en Roma en otoño de ese mismo año, sugiriéndose que fue envenenado, aunque no existen datos fidedignos que avalen esta hipótesis.

Cuando recibió la noticia del fallecimiento de Masaccio, su buen amigo Brunelleschi comentó: "Hemos sufrido una gran pérdida". El estilo de Masaccio destacará por sus figuras monumentales, inspiradas en la escultura de Donatello, actualizando las ideas de Giotto y situándose frente a Gentile da Fabriano, quien triunfaba en Florencia con sus elegantes escenas tardogóticas.

Masaccio aporta un elevado interés hacia la perspectiva científica al dotar de un nuevo sentido del espacio a sus composiciones, la expresión de sus personajes y el empleo de la iluminación, que transmiten a sus obras un lenguaje crucial para la evolución de la pintura renacentista, considerándose como el primer maestro del Quattrocento, que influiría en artistas como Botticelli, Fra Filippo Lippi o Miguel Ángel.

FRA ANGELICO

Su nombre secular era Guido di Pietro da Mugello y nació en 1387 en Vicchio di Mugello (región de Toscana). En 1418 ingresó en un convento dominico en Fiésole y alrededor de 1425 se convirtió en fraile de la orden con el nombre de Giovanni da Fiesole. Aunque se desconoce quién fue su maestro, se cree que comenzó su carrera artística como iluminador de misales y otros libros religiosos. Después empezó a pintar retablos y tablas.

Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la estrella (1428-1433, San Marcos, Florencia) y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen y El juicio universal.

La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales.


En 1436, los dominicos de Fiésole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fra Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración.


El retablo que hizo para San Marcos (c. 1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como sacra conversación: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anunciación.
En 1445, Fra Angélico fue llamado a Roma por el papa Eugenio IV para pintar unos frescos en la capilla del Sacramento del Vaticano, hoy desaparecida. En 1447, pintó los frescos de la capilla de San Bricio de la catedral de Orvieto junto con su discípulo Benozzo Gozzoli.
Sus últimas obras importantes son los frescos realizados en el Vaticano para decorar la capilla del papa Nicolás V (Capilla Nicolina), que representan episodios de las vidas de san Lorenzo y de san Esteban (1447-1449), y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro. Desde 1449 hasta 1452, Fra Angélico fue el prior de su convento de Fiesole.

Murió en el convento dominico de Roma el 18 de febrero de 1455.

Fra Angelico, que nunca había empezado una obra sin rezar una oración previamente, fue canonizado por Juan Pablo II en 1984, pero ya antes, su sepultura en Santa Maria sopra Minerva se había convertido en un verdadero lugar de culto y peregrinación, no tanto debido a su genialidad artística como a su carácter sencillo cargado de profunda espiritualidad.

Fra Angélico combinó la elegancia decorativa del gótico, en particular del gótico internacional de Gentile da Fabriano, con el estilo más realista de otros maestros del renacimiento como el pintor Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, que trabajaban en Florencia, y aplicó también las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra.

Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento.

En el Museo del Prado de Madrid se conserva una de sus obras más representativas, La Anunciación, (1430-1432), realizada para el convento dominico de Fiesole.

FILIPPO LIPPI


Nace en Florencia en 1406.



Huerfano de padre y madre, fue puesto bajo la custodia de los monjes del Carmen en su ciudad natal, orden en la que profeso en 1421.

Con motivo de la decoración de la Capilla Brancacci, en la iglesia del monasterio, tuvo ocasión de conocer a Masolino y Masaccio, de quien probablemente fue el discípulo mas directo y cuyo estilo admiró y continuó. La documentación menciona por primera vez a Fra Filippo como pintor en 1430, fechándose su primer trabajo en 1432.

Dos años después abandona Florencia para trasladarse a Padua, desapareciendo las obras que allí ejecutó. En 1437 está de nuevo en Florencia, sustituyendo la dependencia de Masaccio por la influencia de Domenico Veneziano y Fra Angelico.



La pala barbadori (1437, Louvre) el tondo de la galeria Pitti (1452) y otras obras son muestra elocuente del dominio que Fra Filippo paseía del dibujo, así como su sentido de la composición y del movimiento, un estilo delicado y naturalista. En La Coronación de la Virgen (1441-1447 Ufizzi) manifiesta un realismo más mundano que místico y una sabia agrupación de las figuras.
Su época de madurez está caracterizada por las transparencias, que aumentan la elegancia de sus obras.
A partir de 1452 está trabajando en los frescos de la catedral de Prato con indudables influencias de Masaccio , como en la Historia de San Esteban y el Bautista.
En esta época comienzan sus problemas con la justicia. En 1450 había sido enjuiciado por un fraude y en 1456 raptó a la monja Lucrecia Buti de un convento de Prato del que había sido nombrado capellán y con la que vivio amancebado. Gracias a la familia Médici, Fra Filippo consiguió una dispensa del papa Pío II para casarse con Lucrecia, con quien tuvo un hijo, también pintor llamado Filippino Lippi, viviendo como legítimos esposos.




En 1464 había acabado la serie de frescos de la catedral de Prato y era el maestro de un fructífero taller al que acudió Botticelli para iniciar su formación.
Su último trabajo fueron los frescos de la catedral de Spoleto, junto a su amigo y discípulo Fra Diamante, y que no pudo acabar ya que la enfermedad le debilitó profundamente desde 1466, y donde son de destacar las escenas de de la vida de la Virgen (Coronación, Anunciación, Natividad, Tránsito). Fallece en Spoleto el 8 de octubre de 1469.



La mayor aportación de Fra Filippo a la pintura quattrocentista florentina será un mayor acento profano respecto a las obras de Masaccio o Fra Angelico que le sirvieron de inspiración, haciendo de nexo con la generación posterior, sobresaliendo por la originalidad del paisaje y la elegancia nerviosa en el dibujo, que influyó decisivamente en Botticelli.

SANDRO BOTTICCELLI

Desarrolló un estilo personalísimo, caracterizado por la elegancia de su trazo, su carácter melancólico y la fuerza expresiva de sus líneas.

Alessandro di Mariano Filipepi, nació en Florencia el 1 de marzo de 1445 en el seno de una humilde familia de artesanos. El apodo de Boticelli (diminutivo italiano de la palabra botijo, tonelete) parece que lo tenia su hermano mayor, no se sabe si por su obesidad o por bebedor, y por extensión todos los miembros de la familia.

No se convirtió en aprendiz hasta alcanzar los catorce años de edad, lo que indicaría que recibió una educación más completa que otros artistas del Renacimiento. Según Vasari, fue primero aprendiz de orfebre con su hermano Antonio. Accediendo a los deseos del niño, el padre lo mandó al taller de Fray Filippo Lippi, en Prato. De este pintor recibe Botticelli sus mayores influencias: la síntesis entre el nuevo control de formas tridimensionales, la delicadeza expresiva en los rostros y los gestos, los detalles decorativos (herencia del estilo del Gótico tardío) y un estilo íntimo. Curiosamente, años después, Botticelli acabaría siendo maestro, y teniendo en su taller al hijo de Filippo, Filippino Lippi. En 1467 Sandro vuelve a Florencia, frecuentando el taller de Andrea del Verrocchio. De este y de Pollaiolo se demuestra gran influencia en sus primeras obras La Fortaleza, Judith y Helofermes (Galería Ufizzi).

Para el año 1470, Botticelli tendría taller propio, y en 1472 entró a formar parte de la Compañía de San Lucas, gremio de pintores. En los años siguientes Botticelli se hizo muy famoso y gracias a la Adoración de los Magos, que pintó en 1475 para Santa María Novella, llamó la atención de los Médicis que rápidamente emplearon su talento. Comenzó a trabajar para ellos, lo que le fue muy util para garantizarse protección política y crear las condiciones ideales para la producción de sus numerosas obras maestras.

Se convirtió en el máximo intérprete del neoplatonismo de la época, con su fusión de temas cristianos y paganos y su elevación del esteticismo como un elemento trascendental en el arte. Para dar forma a esta nueva visión del mundo, Botticelli opta por la gracia, la elegancia intelectual y exquisita representación de los sentimientos.




En su pintura de temas paganos destacan las mundialmente conocidas Alegoría de la Primavera (1478) y El Nacimiento de Venus (1485) que se encuentran en la galería Ufizzi de Florencia. También destacada es la serie de cuatro cuadros Nastagio degli Honesti, en el Museo del Prado, donde recrea una de las historias del Decamerón de Bocaccio.

En la temática religiosa, pinto sobre todo tablas de vírgenes, destacando la Madonna del Magnificat, la Virgen de la granada, la Coronación de la Virgen y Virgen con el niño y dos santos. También es destacable San Sebastián, la Anunciación de Guardi o el retablo por encargo de Giovanni de Bardi para la capilla de la familia en la Iglesia del Santo Espíritu.

En 1481, Boticelli fue uno de los pintores llamados por el Papa Sixto IV para trabajar en la decoración de la Capilla Sextina del Vaticano, donde pinto los frescos Castigo de Core, Datan y Abiram, Hechos de la vida de Moisés y La tentación de Cristo.


En 1491 formó parte de un comité para decidir la fachada de la catedral de Florencia.


En la década de 1490, cuando sus protectores los Medici fueron expulsados de Florencia y el monje Girolamo Savonarola predicaba la austeridad y la reforma, Botticelli sufrió una crisis religiosa, aunque no abandono la ciudad, realizando en esta época obras como la Pieta, y sobre todo Natividad Mística y Crucifixión Mística, que expresan una intensa devoción religiosa y con una consciente regresión en su estilo hacia modelos antiguos. De esta última época es también La Oración en el Huerto, en la Capilla Real de Granada.

Se dice que cayó en la pobreza, y que habría muerto de hambre si no hubiera sido por la diligente ayuda de sus antiguos patrones.




No se conoce amor concreto de Botticelli, ni alusión a excesos sentimentales; tenía «horror al matrimonio». No se casó nunca. Fue denunciado anónimamente en 1502 de sodomía con uno de sus ayudantes, pero los cargos fueron más tarde desestimados.

En 1504-1505 aparece como miembro del comité que iba a decidir la ubicación del David de Miguel Ángel.

Murió el 17 de mayo de 1510 y fue sepultado en su parroquia, la iglesia de Ognissanti, en Florencia.

FILIPPINO LIPPI

Nacido en Prato (Toscana) en 1457, fruto de la relación del pintor Fra Filippo Lippi con la novicia

Lucrezia Buti. Filippino decidió seguir los pasos de su padre, formándose a su lado.

Se mudaron a Spoleto, donde Filippino trabajó en las obras de construcción de la catedral de Spoleto.

A la muerte de su padre en 1469, fue confiado a Fra Diamante pero el joven Filippino decidió trasladarse a Florencia cuando tenía unos 12 años, ingresando en el taller de Botticelli con quien posiblemente coincidió en alguna ocasión en el taller de su padre, ya que este habia sido alumno suyo.

Filippino completó los frescos con la Storie della Vergine (Historias de la Virgen) en la catedral.

En 1472, Botticelli también lo adoptó como compañero en la Compagnia di San Luca.

Sus primeros trabajos se parecen en gran medida a los de Botticelli, pero con menor sensibilidad y sutileza. Los primeros de ellos (que datan de 1475 en adelante) fueron atribuidos a un anónimo "Amico di Sandro" ("Amigo de Botticelli"). Finalmente, el estilo de Lippi evolucionó hacia trazos más personales y efectivos durante los años 1480-1485. Los trabajos de su primer periodo incluyen las Madonnas de Berlín, Londres y Washington, los Viajes de Tobias de la Galeria Sabauda en Turín, Italia, la Madonna del Mar de la Galleria dell'Accademia y las Historias de Ester.

Poco después (probablemente en 1483-1484) se le encargó finalizar la decoración de la Capilla Brancacci en la iglesia de Santa Maria del Carmine en Florencia, cuyo autor, Masaccio no había podido completar al verse sorprendido por la muerte en 1428. Aquí pintó las Historias de San Pedro en los siguientes frescos: Discusión con Simón Magus ante Nerón, Resurrección del hijo de Teófilo, Encarcelamiento de San Pedro, Liberación y Crucificción de San Pedro.


Piero di Francesco del Pugliese le encargó pintar el retablo con la Aparición de la Virgen a San Bernardo, en la actualidad en la Badia Fiorentina. Se trata de la obra más popular de Lippi: una composición con elementos no reales, con figuras particularmente alargadas, rodeadas al fondo por un escenario fantasmagórico de rocas y troncos antropomórficos. La obra fue realizada durante 1480-1486.


El 21 de Abril de 1487, Filippo Strozzi le encargó la decoración de la capilla familiar en Santa Maria Novella con las Historias de San Juan Evangelista y San Felipe. Trabajó en esta obra intermitentemente, finalizándola en 1503, una vez su cliente ya había fallecido. En estas composiciones se ve reflejada la crisis política y religiosa que sufría Florencia durante esa época: el tema del fresco, el choque entre la Cristiandad y Paganismo, era el tema de debate favorito de la Florencia de Girolamo Savonarola.


Filippino situaba a sus personajes en un entorno que recreaba el mundo antiguo hasta el más mínimo detalle, mostrando la influencia del estilo que había captado en su viaje a Roma. De este modo, creó un estilo "animado", misterioso, fantástico, pero también inquietante, disfrazando la irrealidad en pesadilla. Lippi retrató con esta técnica, verdugos despiadados con rostros deformadamente sombríos, encolerizados contra los santos. En la escena San Felipe expulsando un monstruo del templo, la estatua del dios pagano es una figura viviente que parece desafiar al santo cristiano.
En 1488 Lippi se trasladó a Roma, recomendado por Lorenzo de Médicis al cardenal Oliviero Carafa para decorar la capilla familiar de Santa Maria sopra Minerva. Estos frescos muestran una nueva fuente de inspiración, muy diferente de sus trabajos anteriores, pero confirman su continua búsqueda en los temas del mundo antiguo. Lippi completó el ciclo hacia 1493.
Su vuelta a Florencia se sitúa aproximadamente entre 1491 y 1494. Las obras de este periodo incluyen: Aparición de Jesucristo a la Virgen (1493, actualmente en Múnich), Adoración de los Magos (1496, para la iglesia de San Donato en Scopeto, que puede contemplarse en la Galeria Uffizi), Sacrificio de Lacoön (final de siglo, para la vila de Lorenzo de Médici en Poggio a Caiano), San Juan Bautista y Magdalena (Capilla Valori en San Procolo, Florencia], inspirada de algún modo por el arte de Luca Signorelli). También trabajó en Pavia y en Prato, donde en 1503 completó la Tabernáculo de la canción de Navidad, actualmente en el museo de la ciudad.

En 1501 Lippi pintó las Bodas místicas de Santa Catalina para la Basílica de San Domenico en Bolonia.


Su última obra es la Deposición para la iglesia de la Santissima Annunziata en Florencia, que dejó inacabada al fallecer en Abril de 1504.

Lippi era tan célebre y conocido que todos los talleres de la ciudad cerraron el día de su funeral.

PAOLO UCELLO

Paolo Di Como, llamado Paolo Uccello, formó parte de los pintores del Quattrocento destacando, en la historia de la pintura, por su maestría en las nuevas reglas de la perspectiva. Hijo de Dono Di Paolo, cirujano y barbero, y de Antonia di Giovanni del Beccuto, nace en Folrencia en 1397. Aprendiz en la escuela de Lorenzo Ghiberti entre 1407 y 1414 tuvo ocasión de conocer a los pintores de más renombre: Masolino, Donatello y Michelozzo.


Tras haber completado la formación de pintura, escultura, orfebrería y arquitectura, se unió, en 1424, a la Compañía de los pintores de San Lucas.








En 1425 marchó a Venecia para diseñar los mosaicos de la fachada de San Marcos.

De nuevo en Florencia, en 1436 pinta el fresco del condottiero inglés sir John Hawkwood para la catedral de Florencia, donde triunfa su ansia de volumen y monumentalidad.
En torno al año 1444 realiza una serie de vidrieras para la catedral, una de las cuales, La Resurrección, se conserva todavía en su lugar originario.

También se conservan fragmentos de sus frescos en el claustro verde de Santa María Novella, en Florencia, que datan de 1447 y representan la creación de Eva y el Pecado Original y el Diluvio universal, aunque muy deteriorados.

Sus obras más famosas son, sin duda, las tres versiones que realiza de la Batalla de San Romano (Uffizi, Florencia; Louvre, París; National Gallery, Londres). En ellas destaca la figura monumental del caballo, visto en los más violentos escorzos.



Por otro lado, éstas y otras obras como La cacería (1468, Ashmolean Museum, Oxford) reflejan su perfecto dominio de la perspectiva y un cierto sentido decorativo en sus composiciones.Hizo de su estudio de la perspectiva una verdadera obsesión, lo que conllevó la crítica de sus contemporáneos que le apodaron Uccello (pájaro).

Utilizó, a menudo, la brevedad para tratar las formas y jugar con esta técnica hasta conferir un carácter fantástico en algunas de sus obras.Según los escritos de Giorgio Vasari, Paolo Ucello, terminó sus días en 1475 «solo, excéntrico, melancólico y pobre».

PIERO DELLA FRANCESCA

Piero della Francesca es el sobrenombre por el que se conoce a Piero De Benedetto Dei Franceschi. Este artista será el gran enamorado de la luz en el Quattrocento italiano y uno de los más grandes pintores del siglo XV. Nació en Borgo San Sepolcro entre 1416 y 1417. Se desconoce con quién realizó su formación, siendo la primera noticia documentada de 1439, cuando estaba en Florencia con Domenico Veneziano pintando los frescos de San Egidio, hoy perdidos.



Desde sus inicios muestra una profunda admiración hacia la perspectiva, la proporción, el orden y la simetría, siguiendo las teorías arquitectónicas y matemáticas de Leon Battista Alberti. En 1442 está de nuevo en Borgo San Sepolcro, iniciando sus originales creaciones con el Poliptico de la Misericordia y el Bautismo de Cristo.

Su fama irá en aumento ya que en 1451 le encontramos en Rímini, trabajando en el fresco de Segismondo Pandolfo Malatesta y San Segismondo para el Templo Malatestiano. En sus obras aportará una iluminación especial, resaltando la volumetría de las figuras, insertadas correctamente en el espacio. Al año siguiente recibe el encargo de la decoración de la capilla del coro de la iglesia de San Francisco en Arezzo, donde pintará la Leyenda de la Vera Cruz, su obra maestra, realizada entre 1452 y 1466.





En 1458 viaja a Roma, trabajando en la decoración al fresco de la cámara del papa Pío II, recibiendo 150 florines por la labor.
En la decada de 1460 iniciará una intensa relación con los duques de Urbino, Federico de Montefeltro y su esposa Battista Sforza, para quien realizará numerosas obras. Urbino quería ser una "Nueva Atenas", promocionando culturalmente el duque su ciudad por lo que llamó a los mejores artistas y humanistas. Piero aportará un nuevo lenguaje presidido por la arquitectura, como se ve en sus obras la Pala Brera, la Virgen de Senigallia o la Flagelación de Cristo, las tres obras más importantes en su madurez.





En 1478 abandona la pintura debido a una enfermedad ocular, y escribe tres tratados que demuestran su interés por la perspectiva y las matemáticas. "De prospectiva pingendi", "Trattato d´abaco" y "De quinque corporibus regularibus".

Piero falleció en Borgo San Sepolcro el 12 de octubre de 1492.

GIULIANO Y LORENZO DE MEDICI




Hijos de Pedro de Cosme, llamado el Gotoso, y de Lucrecia Tornabuoni, asumieron tras la muerte de su padre el gobierno de Florencia y la dirección de la actividad bancaria de la familia.


Giuliano de Medici (Giuliano), nació en 1453. Complementaba la imagen de su hermano Lorenzo, ejerciendo como el "patrón de las artes".

Lorenzo, conocido como Lorenzo El Magnífico, nació el 1 de enero de 1449.

Lorenzo, dotado de gran inteligencia, realizó durante su principado (1469-1492) el ideal del renacimiento italiano: poeta, filósofo, mecenas y diplomático, gozó de una popularidad real en Florencia y de gran prestigio en Europa. Fundó la biblioteca Laurenciana, y protegió a artistas y estudiosos como Verrocchio , Leonardo Da Vinci o Boticcelli.





Ya cuando contaba apenas diecisiete años fue enviado por su padre, Pedro el Gotoso, primero a Venecia y luego a Milán, como embajador extraordinario.

Se casó con Clara Orsini, romana de la mas antigua nobleza, y con apenas veinte años, en 1469 al fallecer su padre se hizo cargo junto con su hermano del gobierno del Estado.

Llevó a cabo una intensa actividad diplomática e incluso militar: se percató de la importancia del equilibrio entre los estados italianos, e hizo todo lo posible para evitar una intervención extranjera.

El Papa Sixto IV cuyos proyectos de expansión impidió, retiró a los Médicis la gestión de los fondos de la Iglesia romana y permitió que se organizara la “conjura de los Pazzi”, banqueros florentinos opuestos a los Medici.

En la mañana del 26 de abril de 1478, un grupo de conjurados asaltó al salir de la iglesia de Santa María del Fiore a los dos hermanos: Lorenzo de Médicis resultó herido, mientras que Giuliano cayó muerto por mano de Francisco de Pazzi y Bernardo Bandini. Fue apuñalado 19 veces y se dice que murió al instante.

El pueblo levantado en armas vengó a los Médicis, ahorcando al arzobispo de Pisa y dando muerte a más de 70 conspiradores.

El Papa desencadenó contra Lorenzo una guerra sin piedad, que confió al rey de Nápoles Fernando I. Dos años más tarde, en 1480, Lorenzo parte solo y desarmado, casi a escondidas, para Nápoles, con peligro de ser apresado y muerto, logrando alcanzar la paz y ganando a Fernando I para su causa, con lo que se reforzó el poder de los Medici, y fue el único gobernante de la ciudad hasta su muerte, que se produce en Careggi el 9 de abril de 1492.

Lorenzo, acaparado por los asuntos políticos dejo decaer el negocio familiar, sucumbiendo las filiales de Londres, Brujas y Lyon. Asimismo, empleó los fondos del capital familiar en sus gastos culturales o políticos y, confundiendo el tesoro de Florencia con el de los Médicis, provocó la bancarrota del Monte dei dotti, que había sido el encargado de gestionar los prestamos de la ciudad de Florencia.

Los sos hermanos están enterrados en la Capilla Medici de la Basílica de San Lorenzo de Florencia.

GIROLAMO SAVONAROLA


Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola, nació en Ferrara el 21 de septiembre de 1452. Fue el tercero de los siete hijos del comerciante Nicoló di Michele dalla Savonarola y de Elena Bonacolsi. Según costumbre de las familias acomodadas, éstos entregaron a varios de sus hijos a la iglesia para que se educaran y fueran sacerdotes.








Después de haber alcanzado el título de maestro, empezó los estudios de medicina que, sin embargo, abandonó a los dieciocho años para dedicarse a la teología. Escribió, en 1472, De ruina Mundi, y en 1475, De ruina Ecclesiae, donde compara la Roma del Papa con la antigua y corrupta Babilonia. Escribió discursos en los que acusó a la iglesia de todos los pecados.

En 1491, a la edad de 34 años, se le entregó la titularidad de la iglesia de San Marco en Florencia. Desde allí atacó al Papa Inocencio VIII como "el más vergonzozo de toda la historia, con el mayor número de pecados, reencarnación del mismísimo diablo."
Sus ardientes predicaciones, llenas de avisos proféticos, no eran extrañas en la época, pero sus profecías parecían cumplirse con los desastres que estaba viviendo la ciudad de Florencia en esos años, como por ejemplo la derrota contra los franceses, o el excesivo lujo de los ricos, que vivían rodeados de obras de arte, frente a miles de personas que vivían en la pobreza. En estas condiciones, la población se acercaba a Savonarola porque denunciaba todo esto. Otro desastre fue la epidemia de la sífilis. Muchos llegaron a creer que Savonarola era el profeta de los "últimos tiempos."

La iglesia de San Marcos donde predicaba Savonarola fue conocida por su fanatismo. Savonarola no era un teólogo. Él no proclamaba doctrinas. Con sus críticas no intenta hacer la guerra contra la Iglesia de Roma sino que desea corregir sus pecados.

Lorenzo de Médici, que gobernaba Florencia, y su hijo Piero de Médici se convirtieron en uno de los blancos de las predicaciones de Savonarola.

El rey francés Carlos VIII quiso hacer valer su derecho a gobernar Nápoles, por lo que decidió entrar en Italia con su ejército y pasar por Florencia. Savonarola entonces lo consideró un enviado de los cielos para poner orden en el clero, que él consideraba impuro. El 8 de noviembre de 1494, en la Florencia invadida por el rey francés, estalló una sonada rebelión. La familia gobernante de los Médici fue acusada y expulsada. Savonarola, tras la expulsión de los Médici, surge como líder de la ciudad y comienza entonces a gobernar la República Teocrática de Florencia, de carácter fuertemente religioso. Como ahora estaba en el poder, se pone a perseguir ferozmente a los homosexuales, las bebidas alcohólicas, el juego, la ropa indecente, los cosméticos. Savonarola ordenó a la policía que buscara por la ciudad cualquier cosa que permitiera la vanidad o el pecado. Tablas de juego, libros donde se trataban temas sexuales, peinetas, espejos, perfumes, ropa indecente... son retirados por la policía y echados al fuego purificador, la llamada "hoguera de las vanidades", un inmenso fuego que ardía en la plaza principal de la ciudad. También se quemaron cuadros y obras maestras del Renacimiento.
Savonarola atacó a los Borgia acusandoles de pecadores. Su feroz ataque se centro en Rodrigo Borgia, que poco despues llegó al papado con el nombre de Alejandro VI.

Irritado ante tantas críticas, el Papa Alejandro VI amenazo a los habitantes de Florencia con la pena de entredicho, que significaba prohición de los sacramentos para todo ciudadano e impedir a los muertos ser enterrados en cementerios bendecidos. Esas amenazas provocaron el terror entre la población de Florencia.



El 13 de mayo de 1497 Savonarola fue expulsado de la Iglesia. En 1498 el papa ordenó su arresto y ejecución. El 7 de abril de 1498 falleció Carlos VIII, el rey de Francia, quien había sido hasta entonces defensor de Savonarola. El 8 de abril de 1498, una parte del ejército del papa entra en Florencia. Savonarola, acusado de hereje, rebelión y errores religiosos, fue conducido a la prisión de Florencia.

Durante cuarenta y dos días se le tortura a él y a sus amigos. Después de este tiempo Savonarola firma su arrepentimiento con el brazo derecho, brazo que los torturadores habían dejado intacto para que pudiese hacerlo. La confesión fue firmada antes del 8 de mayo de 1498. Después, se arrepintió de haber firmado esa confesión que le entregaron los torturadores, ruega a Dios para que tenga misericordia con él por su debilidad física en la confesión de los crímenes que en realidad creía no haber cometido.

El 23 de mayo de 1498, día fijado para su ejecución lo llevaron hasta la Plaza della Signoria. Lo colgaron de una cruz y un fuego enorme fue encendido bajo su cuerpo. Así pues, fue ejecutado en el mismo lugar donde había ardido la "Hoguera de las Vanidades," y muchos de los que el mismo Savonarola ordenara matar. (Una placa en la Plaza marca el luhar donde estuvo la hoguera)

Jacopo Nardi, que registró el incidente escribiendo en su Historia de la Ciudad de Florencia, dice que la persona que prendió el fuego para quemar a Savonarola gritó al encender la llama: “El que más quemó es ahora él mismo pasto de las llamas.”








Alguien presente, contó que el fraile tardó en quemarse varias horas. Los restos eran sacados y devueltos a la hoguera repetidamente, a fin de que los savonarolistas no los trataran como reliquias. Sólo cenizas quedaron al final, que por último serían arrojadas al río Arno, al lado del Ponte Vecchio.

El gobierno de Florencia fue posteriormente recuperado por la familia Médici.Savonarola atrajo la admiración de muchos humanistas religiosos posteriores, quienes valoraron sus profundas convicciones espirituales, pasando por alto sus siniestros excesos como gobernante de Florencia. En el siglo XX, un movimiento para la canonización de Savonarola se inicia entre los dominicos, al juzgar que su expulsión y ejecución habían sido injustas. Se inauguran monumentos a Savonarola en Ferrara, Bolonia (junto a la Basílica Patriarcal de Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos) y Florencia.